Laxe
Laxe presenta una gran belleza paisajística, sobre todo por el contraste entre los peñascos y las playas de arena que se extienden en sus costas.
Presenta un paisaje variado, entre peñascos erosionados (como los Penedos de Traba) y las playas de arena, con una forma irregular.


Playa de Os Cristais
En la ensenada de Baleeira, repleta de impresionantes acantilados, encontramos el Areal dos Botiños, más conocido como la Playa de los Cristales. Botiño es una palabra en gallego que se usa para referirse al delfín mular, muy abundante en esta costa.Este famoso lugar se encuentra muy cerca del cementerio, desde el que parte un sendero que conduce a la Playa de los Cristales. La formación de este tipo de playas se debe a la acción humana, a su mal uso de los recursos. Una zona próxima se utilizaba como basurero en el que abundaban las botellas de cristal. La fuerza del océano provocó su ruptura y erosión y así se fue formando este pequeño rincón. La naturaleza ha sabido dulcificar este origen amargo dándonos nuevamente una lección.


Lagoa de Traba
El Espacio Natural de Traba está formado por una playa de case 2 kilómetros de largo, extendida entre la Punta de Arnado y la Punta de Traba, un cordón dunar y una laguna natural.
El enorme interés medioambiental de este conjunto fue reconocido al ser declarado Espacio Natural Protegido de la Laguna y Dunas de Traba. Además está dentro de la Red Natura 2000, y fue también reconocido como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC).




Faro de Laxe
El Faro de Laxe es una construcción de 11 metros de altura, cubierto de azulejo blanco, se encuentra en la punta Insua del cabo Laxe, sobre una colina de unos 50 metros sobre el nivel del mar, que defiende la villa y el puerto de los vientos dominantes, en un espacio natural privilegiado.
Construido en 1920, desde 1996 cuenta con su actual instalación de luz blanca incandescente eléctrica que marca cinco destellos en 20 segundos y tiene un alcance de 22 millas.
Petroglifos de Pedra Xestosa
Esta estación de arte rupestre se sitúa en los límites entre Vimianzo y Laxe. Es un conjunto extraordinario pues es el primero en la Costa da Morte donde se han encontrado grabados con una escena de caza. En el panel vertical se pueden ver diferentes animales interpretados como ciervos, perseguidos por humanos y perros. En el abrigo, el yacimiento se completa con una gran combinación circular. El mejor momento para observar los petroglifos es el ocaso del día.